Nos despertamos hoy 2/9/2016 con una nueva entrega del paro registrado y con
unos números que ofrecen de nuevo un panorama poco halagüeño. En agosto se
perdieron 14.435 empleos, pero lo más preocupante es que la Seguridad Social
perdió 144.997 cotizantes, traduciendo, hay 144.997 empleos menos en España.
Recordar que hace apenas unas semanas, el pasado mes de julio,
todos andábamos celebrando los magníficos datos que nos ofrecía la Encuesta de Población Activa (EPA)
del 2º trimestre de 2016: 271.400 empleos más generados en el trimestre, que
dejaban la tasa de paro en el 20%, con anuncio incluido del ministro Guindos de
que la tasa de paro estará por debajo de ese porcentaje al finalizar el año.
¡¡Deseo que se cumple Ministro!!
Foto oficina de empleo en Madrid. REUTERS. Vía El País |
Pero la sombra de los datos del paro en este país es muy alargada, no
porque son desmesuradamente altos, o por la perdida de calidad de vida que ha
significado para muchas familias, y que sin duda es muy grave.
Más bien porque el futuro del mercado laboral en este país está y
estará marcado por estos vaivenes, de celebración o decepción -según sean
positivos o negativos- de una clase política que a demostrado con creces desde
el comienzo de este baile –allá por septiembre de 2008-, que solo les interesan
los datos cuando se publican. Eso si, no para explicarlos en detalle, sin
sesgos, sin interpretaciones partidistas. No, no, para nada. Los quieren para
lanzárselos a la cabeza del rival.
"No se enteran que no se están lanzando números a la cabeza. En realidad se están lanzando personas."
Saliendo del reproche fácil –lo merecen y lo ponen a huevo-, la
realidad es otra muy diferente. La alargada sombra del paro en este país tiene
que ver con la falta de visión estratégica sobre el futuro del mercado laboral.
Vivimos del mundo de los servicios, del turismo, de la construcción si se
recupera, de la industria manufacturera, del automóvil, de la agricultura y de
otros sectores tradicionales que antes o después sufrirán la transformación
digital que se está cociendo a fuego rápido en todo el mundo.
La robotización terminará por minar todo aquello que no necesite la intervención emocional del ser humano. Lo que algunos llaman talento.
Por cierto el abaratamiento de los salarios para hacer más
competitiva nuestra economía empieza a perder peso y ya está carente de
significado, al final esa mano de obra barata será sustituida por una máquina
¿Cobran las máquinas? Pues no importa el país donde fabrique… bueno si importa,
mejor instalo mis plantas robotizadas en el país donde se fabrican los robots.
Este país no necesita manosear cada mes los números del paro. Este
país necesita un planteamiento de futuro, que se inicie en las aulas de los
colegios y termine en las universidades y en las empresas.
- Necesitamos saber si queremos invertir en conocimiento o en dispensadores automáticos de refrescos para los turistas.
- Necesitamos saber si podemos desarrollar nuestro potencial en energías renovables –2.200 Kwh/m2 potencial de horas de sol en España- o mirar como los alemanes nos superan -1.000 Kwh/m2 potencial de horas de sol en Alemania-.
- Necesitamos saber si nos conformamos con ofrecer sangría, sol y playas, donde los hoteles serán atendidos por robots, o ponemos en marcha un turismo de calidad basado en el pilar de la salud. Solución que pasa antes por apostar por el desarrollo de la ley de dependencia como fuente de empleos y aprendizaje.
- Necesitamos saber si queremos invertir de verdad en investigación o mejor dejamos que investiguen otros y luego vengan aquí para hacer el congreso y pasarlo bien a buen precio.
- Y muchos más necesitamos…
Nos puede pasar como a los taxistas con UBER, cuando nos demos
cuenta lo que pensábamos imposible estará en la puerta de nuestra empresa. El
mercado laboral evolucionará con los cambios tecnológicos, antes o después,
como ocurrió con la llegada del vapor o la electricidad. En esas revoluciones
la sociedad generó otros empleos que sustituyeron a los anteriores.
Pero en este momento eso no pasará. Se generarán nuevos empleos, si
también, pero no serán en número suficientes para absorber los destruidos. Y
sobre todo, algo que concierne mucho a España –situada entre las economías más
importantes del mundo-, el trabajo que se genere será de una cualificación
mucho mayor de la que tiene ahora nuestro potencial humano.
Y desde aquí surgen otras discusiones.. ¿Qué haremos con las personas que no puedan entrar de nuevo en el mercado laboral? ¿Seguiremos haciendo demagogia en los periodos electorales? (Que son muchos por cierto ;-) Ofreciendo subsidios que rayan el límite de la dignidad humana. Esto puede ser motivo de otro post.
Y desde aquí surgen otras discusiones.. ¿Qué haremos con las personas que no puedan entrar de nuevo en el mercado laboral? ¿Seguiremos haciendo demagogia en los periodos electorales? (Que son muchos por cierto ;-) Ofreciendo subsidios que rayan el límite de la dignidad humana. Esto puede ser motivo de otro post.
¿Hay alguien en el Palacio de las Cortes? ¿Alguien en Moncloa? Pues
que espabilen porque allí también llegará la revolución digital.
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