Seguimos sin hablarnos, no puedo más, lo he intentado de mil formas y él continua sin responder a mis llamadas, no lo entiendo.
Esto es un infierno, en el supermercado, en la biblioteca, en el trabajo, paseando por la calle, todo son rumores a mi paso, como si tuviese a todo el pueblo detrás de la oreja, los oigo a todas horas, hasta los que no me conocían ya me señalan cuando me ven.
Yo solo quiero hablar con él cinco minutos, el día de la boda, antes de salir corriendo de la iglesia, no tuve valor.
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