Cada vez
existe más paralelismo entre el Marketing y los Recursos Humanos (RRHH), cada
día usamos conceptos nacidos en el mundo del marketing para implantarlos -sin
mucho esfuerzo- en el mundo de la gestión de las personas en las
organizaciones. Si, así es, pese a quien pese, porque si hubiésemos reaccionado
a tiempo en el siglo pasado podríamos haber situado a los fabulosos
departamentos de RRHH en el lado de la cama de añadir valor al negocio, como
bien se hizo desde el campo del Marketing.
No es momento
de lamentaciones, lo es de avanzar aunque aún tenemos algún colega por ahí que
anda haciendo evaluaciones de trescientos sesenta mil grados que luego no lee
ni dios, o predicando con la gestión por competencias que además es evaluable
–por el jefe- y medible –subjetivamente-, es momento de aprender y aplicar
conceptos nuevos e innovadores, vengan de donde vengan, siempre que aporten
valor al desarrollo humano de una empresa y por ende al propio negocio ¿No
queremos ser parte del futuro valor estratégico?
¿Es momento de innovar en Recursos Humanos?
“La
innovación en el área de gestión de las personas en las organizaciones pasa por
considerar a cada una de ellas con parte importante de la conversación que se
produce dentro de las mismas y de estas con el exterior, sin distinción y con
absoluta libertad”
Con esta
premisa deberíamos llamar a los profesionales de recursos humanos los nuevos
gestores de los “Sistemas Humanos” de la empresa, algo cercano a la
intersección entre un proyecto atractivo para las personas, en un lugar/entorno
saludable y donde hablar, comunicar, compartir y ayudar no se penalice, donde
sumas y no restas, donde participar es una necesidad que nace de cada uno, ya
que siempre se conoce el fin de cada acción, para quien y para qué.
Nos acercamos
cada vez más a gestionar emociones, en realidad las emociones de las personas
que trabajan contigo, ya que todas tienen propietario no van por libre. Nos
alejamos de la razón aplicada de forma estricta, de forma única, y nos
acercamos a aquello que hace que una persona se entregue a una causa, su
corazón.
"Flores en la Tinença de Benifassa" de @xsalas |
¡¡Atención!!
¿Estamos hablando de Lovemarks?
Volvemos al
inicio del post… Otro concepto de marketing –Acuñado por Kevin Roberts- Marcas que enamoran a sus clientes, marcas que
usan una estrategia basada más en las emociones que en la razón.
Si puedes
imaginar una empresa en la que se sea lo suficientemente atrevido como para
innovar en este camino, en el que atraer, retener y formar talento no sea
cuestión de pagar mucho o ser muy potente, sino más bien de proporcionar un
ciclo vital lleno de pasión a las personas que participan en el proyecto,
siendo consciente que ese ciclo puede terminar. Los trabajadores se sienten
atraídos por algo más que una remuneración económica, unas vacaciones o un
ascenso.
Tal vez
estamos hablando de que los miembros de una organización no se sienten
vinculados a ella por tener un trabajo, ganarse la vida o posicionarse
socialmente. Conseguir este objetivo no es fácil, menos aún partiendo de donde
partimos. No obstante debemos pensar que las analogías con el mundo de la
innovación industrial nos pueden ayudar en el campo de los recursos humanos.
Joseph E.
Stiglitz, premio
Nobel de Economía y profesor en la Universidad de Columbia, afirma que (en un
resumen muy libre de sus pensamientos publicados en el libro Creating a
Learning Society: A New Approach to Growth, Development, and Social Progress.)
aún considerando que los grandes descubrimientos (innovación) tienen un impacto
considerable en las economías y la productividad de las sociedades, tiene más
sentido pensar que el avance de la sociedad se debe a pequeños y graduales
cambios, y si eso es así tiene sentido centrar la atención en como las
sociedades aprenden, proceso que suele ser gradual si está bien estructurado.
¿Cómo podemos iniciar el camino de la innovación en RRHH?
“Haciendo que
todos los miembros de la organización aprendan de forma constante y gradual, sin
excepción, conversando y compartiendo lo aprendido para ayudar a la empresa a
ser más competitiva cada día.”
1 Crear un entorno donde
los empleados aprendan a aprender. No todas las empresas que conocemos tienen
la capacidad de enseñar a sus gentes e incluso algunas personas de esas
empresas son incapaces de ver las ventajas de aprender a partir de un
determinado momento, que suele coincidir con cierta estabilidad y años en la
empresa. La priemra labor para iniciar la innovación en RRHH será concienciar a
todos de las ventajas de aprender de nuevo, sin olvidar lo que se sabe. Dar un
sentido al aprendizaje en la vida de cada empleado, no solo en el marco de la
empresa y por beneficio solo de y para ella.
2 Aprender haciendo. No
vamos a caer de nuevo en la trampa de los planes de formación, que por cierto
nacen muertos y sin sentido en tiempos de cambio como los que vivimos, y solo
pueden sostener planificaciones a medio y largo plazo para posiciones muy
especificas. Debemos de ser capaces de generar entornos de trabajo donde las
personas participen de los procesos y los resultados, aportando en cada momento
toda su experiencia y recibiendo de los demás miembros los conocimientos
necesarios, sin “esconder” la información.
3 Por último y tal vez
más importante debemos de ser capaces de pensar, construir y ofrecer formación
personal y profesional de interés para las personas de nuestra organización, si
en el momento de crear el entorno de aprendizaje: “La empresa del aprendizaje”,
solo tenemos el objetivo de satisfacer las necesidades “básicas” de la empresa
para, supuestamente, mejorar procesos y rentabilidades, las personas no verán
en ella una ventaja también para su desarrollo, y de forma casi automática será
rechazada.
Tal vez una
de las formas de empezar a innovar en Sistemas Humanos sea desde la creación de
Entornos Personas de Aprendizaje (PLE),
pero sobre todo no olvidar que el conocimiento será el primer pilar de esa
innovación.
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