“¿De qué buscas trabajo?”
“De lo que sea…”
Desgraciadamente
esta respuesta a la pregunta inicial es cada vez más común, un error que hemos
cometido casi todos los que pasamos nuestra época de búsqueda de empleo, nuestra
des-orientación laboral.
Sí,
sin ninguna duda es un error responder con esa ambigua frase, que denota por un
lado –el humano- la desesperación de la persona que responde, su situación
límite, por otro –el laboral- la falta de objetivos claros de empleabilidad que
esa persona tiene. La falta de Orientación Laboral.
Orientación Laboral. @xsalas |
Todo
profesional del área de los Recursos Humanos o las Relaciones Laborales
debe tener muy claro que nadie se puede enfrentar a la tarea de rehacer su vida
laboral bajo este punto de partida: “Nadie busca una persona que haga lo que
sea”. Las oportunidades laborales vienen
asociadas, todas ellas, a la realización o el desempeño de una serie de
habilidades, conocimientos, tareas o responsabilidades que definen el puesto de
trabajo a cubrir.
Debemos
tener en cuenta que después de más de 8 años de tasas de paro elevadas, aún en
febrero de 2016 teníamos 4.152.986
personas sin empleo, los problemas asociados a las personas con períodos de
desempleo largos se agrandan mes a mes, así como los de aquellos que se han
incorporado al mercado durante este tiempo. Pensemos por un momento que
factores pueden estar desencadenando la respuesta anterior “De lo que sea…”:
- Desaparición de oficio o profesión anterior.
- Falta de formación y capacitación.
- Falta de actualización en nuevas tecnologías.
- Edad superior a 50 años.
- Edad inferior a 25 años.
- Problemas de comunicación.
- Desconocimiento de las nuevas oportunidades profesionales.
- Desconocimiento de sus propias habilidades para cambiar su orientación laboral.
Por
estos motivos la orientación laboral y profesional debe ir dirigida a ayudar a
las personas a tomar una decisión sobre educación, formación y profesión, y a
gestionar su trayectoria profesional. Y como parte principal, ayudar a los individuos a reflexionar sobre
sus ambiciones, sus intereses, su cualificación y sus capacidades.
¿Estamos preparados para desarrollar una orientación laboral como necesita esta sociedad?
Lo
cierto es que posiblemente existirán buenos profesionales que estén realizando
esta tarea de forma correcta, no lo dudo. Pero ahora le añadimos el factor
cambio…
¿Está esta sociedad evolucionando para dar nuevas oportunidades de empleo a los desempleados de hace 8 años?
Sinceramente
creo que a esta última pregunta debemos responder con un rotundo NO. Si ceñimos
la orientación laboral a cumplir un “itinerario” generalista y diseñado para
“todos”, seguro que ninguno llegará a ningún lugar. Ya no podemos hablar de
café para todos/as. Cada persona es un cúmulo de experiencias profesionales y
vitales, se necesita una formaciónen orientación laboral que vaya más allá de los estándares, de las normas.
“Se necesita Humanizar la orientación laboral. Acercarse a las personas” (Click to Tweet)
Ya
no podemos permitirnos dejar pasar más tiempo con un mercado laboral que está
evolucionando al mismo ritmo que la sociedad que lo genera, no podemos vivir de
espaldas a realidades que ayuden a:
- El autoconocimiento de las personas.
- Descubrir nuevos caminos de empleabilidad.
- Desarrollar entornos activos de contactos.
- Detectar y orientar en el campo del autoempleo.
- Planificar los “Entornos Personales de
Aprendizaje”.
- Conocer de las nuevas formas de comunicación en
Internet, redes sociales, su uso y posibilidad de incluirlas en la
búsqueda de empleo.
Y un
largo etcétera que permite que los nuevos Orientadores Laborales puedan
desempeñar su trabajo en el siglo XXI, en un entorno cambiante y para personas
tal vez ancladas en el pasado.
Empecemos
a darle la importancia que merece a la labor de Orientación o tendremos en un
futuro no muy próximo miles de personas respondiendo a la pregunta “¿De que
buscas trabajo?” con la frase “De lo que sea…”
9 comentarios:
Antes de nada muchas gracias Ximo por tu reflexión y por señalar la importancia de la orientación laboral en este mundo que vivimos.
Es más, me alegra profundamente que “pongas el dedo” en conocer a nuestros clientes, en conocer sus características, lo que debería permitirnos ajustar las respuestas que les damos, los recursos que ponemos en marcha.
El caso es que una vez que se identifican a las personas y lo que puede avanzarse y mejorarse, es muy complicado hacerlo. ¿Por qué? ¿Por la falta de recrusos?
Pues de eso también hay mucho, claro. Pero, sobre todo, porque, independientemente de lo buenos o malos que seamos, la orientación laboral no se tiene en cuenta en ningún momento para planificar los recursos, la inversión y, en general, las políticas activas de empleo.
Los orientadores estamos entrevistando a cerca de 500 personas al año. Algo sabremos de lo que precisan las personas ¿no? Encuéntrame uno al que le hayan preguntado qué es lo que se necesita.
Generamos un conocimiento que nunca se tiene en cuenta. Y ello a pesar de que le decimos a Europa que la orientación es la primera medida de lucha contra el desempleo, a pesar de que figura en la Ley de Empleo o de que es el primer servicio del Servicio Público de Empleo, servicios que se plantean legislativamente como un derecho y que ni siquiera pueden ejercerse porque no hay suficientes profesionales para atender a tantas personas. Nos los gastamos en personal administrativo. Y en responsables que no tienen ni idea de qué es esto o de a qué problema nos enfrentamos.
No quiero que me tomes el comentario desde la queja. No lo es. Es una denuncia, un grito de artazgo contra todos los que nos toman como aficionados sin respetarnos profesionalmente, sin tenernos en cuenta.
Pero esto es lo habitual. En otros países la puesta en marcha que se está haciendo de la Garantía Juvenil sería un escándalo. Desastre es el único calificativo que se me ocurre. Pero aquí no pasa nada, nadie asume responsabilidades… En fin, que este programa tiene a la orientación laboral como primera herramienta, como primera medida. Pero no se empezó por ahí. Se cometen otros errores de bulto pero el primero fue ese, no hacer de la orientación laboral el eje central y primero del programa, lo que le dijimos a Europa que íbamos a hacer. El resultado es que el principal programa de lucha contra el desempleo, el que concentra muy buena parte del dinero público (europeo), es un fracaso incapaz de responder a un drama social y laboral, el de más de un millón de jóvenes. Igual que las políticas activas de empleo. Pero eso, no pasa nada. En realidad, a nadie parece importarle. Salvo a personas con conciencia y compromiso como tu.
Acabo. Insisto en que no quiero que me tomes el comentario como una queja. Así que quiero aportar, que me resulta fácil. La orientación será un servicio eficaz cuando se concrete el Sistema Integrado de Orientación a lo largo de la vida, que aparece en el último (y en anteriores) Real Decreto Ley para la reforma del Sistema Nacional de Formación. Y cuando se nos tome como profesionales adultos que damos resultados y garantizamos una mayor eficiencia al sistema. Cuando se profesionalice nuestra función (hay comunidades autónomas donde se contrata a personas que se presentaron a oposiciones de bibliotecario mientras se impide acceder a otras con más de 20 años de experiencia. Lo nuestro, lo puede hacer cualquiera) Y también cuando los responsables de todo esto sean profesionales y no nombrados por otros méritos. Mientras, todo dependerá de la voluntad y del compromiso profesional de quien ejerce. Y si, hay de todo. Pero también hay grandes profesionales a quienes deberían ponerles estatuas en sus pueblos y ciudades.
Perdona la extensión e insisto en agradecerte muy especialmente tus reflexiones para con la orientación laboral. entre todos seremos capaces de eliminar ese “yo de lo que sea” tan perjudicial.
Coincido en el análisis que ha reflejado a Xose Alberte "la orientación laboral no se tiene en cuenta en ningún momento para planificar los recursos, la inversión y, en general, las políticas activas de empleo".
Gracias Xose por el comentario y la reflexión que haces, creo que complementa muy bien lo que yo quería expresar.
No se trata de la existencia de buenos o malos profesionales, que lo hay como en todas las profesiones, Sino más bien de la importancia que esta sociedad la está dando al fondo de la orientación laboral y los recursos de los que se dispone para hacer mejor las cosas.
De nuevo gracias por tu reflexión. Un abrazo!
Ante todo felicitarye Ximo por dedicar un post a la importancia de la Orientación laboral y lo poco o nada valorada que está en nuestra sociedad. Pero en este caso y una vez más tengo que sumarme a mi gran maestro Xosé Albert porque esa es la realidad a la que nos enfrentamos a la falta de valor y a la falta de recursos para poder atender como se merecen a cada una de las personas que lo necesiten.
Y de nuevo Ximo gracias por dedicarnos un artículo en tu blog. Ojalá esto llegase a todos aquellos que se dedican a planificar políticas sin contar con la opinión de los profesionales.
Enhorabuena, ante todo, por este post, Ximo¡¡ No puedo estar más de acuero¡¡ Y también suscribo lo comentado por Xosé Alberte y apoyado por Raquel. Como orientadora, doy fe de que no dice más que verdades "como puños". El día que comencemos a darle a la orientación laboral su valor en todo el sistema de empleo y formemos, capacitemos y fomentemos a las personas que realizan esta labor, podremos cohesionar todo este cúmulo de normas, estrategias y "parches" que no hacen otra cosa que "marear" a los desempleados, desmotivarles y empoderarles justo en lo que no queremos: la más absoluta de las desesperaciones y la precepción de que son unos "desheredados".
Muy buen comentario. Como tú dices, desafortunadamente el descontento general y la desesperación producida por la crisis ha hecho que prácticamente aceptemos cualquier trabajo a casi cualquier condición. Es una pena y una vergüenza.
¡Un saludo!
¡¡Enhorabuena por el post!! Has puesto, Ximo, en negro sobre blanco lo que infinidad de veces tengo que repetir e insistir en las tutorías individuales y grupales para personas desempleadas, para quienes cualquier trabajo es su objetivo inmediato. Lo cual muestra, en la mayoría de las ocasiones, su desconocimiento de las profesiones, desconocimiento de sí mismos/as (valores, aptitudes y habilidades...fortalezas y debilidades). Y pone de relevancia la importancia de la orientación laboral en cualquier etapa de la vida y desde la definición del objetivo profesional y conocimiento del mercado laboral, por no hablar de las herramientas de búsqueda especialmente las relacionadas con las redes sociales.
Enhorabuena de nuevo y un saludo.
Enhorabuena por el post. Siguiendo con los comentarios, pienso que los servicios públicos de empleo autonómicos, teóricamente dedicados a las políticas activas de empleo, continúan enfocados como hace 50 años (habrá termino más desfasado que “demandante” de empleo), la gran mayoría de sus recursos humanos y materiales se dedican a alimentar de datos un obsoleto programa pensado para una escasa intermediación laboral y para su relación con las prestaciones que gestiona el Estado a través del SEPE. La información para el empleo, las medidas para la búsqueda de empleo o la mejora de la empleabilidad, la orientación laboral, etc no disponen de recursos, dilapidados por la carga administrativa tan brutal que soportan los servicios públicos de empleo. La solución sería sencilla y rápida, cambiar la demanda de empleo como requisito previo a la solicitud de prestaciones por requisito posterior. Esto cambiaría el enfoque de los servicios públicos hacia su verdadera misión. También es necesario bajar el volumen de datos previos que necesita el sistema para poder intermediar. Así liberaríamos un enorme volumen de trabajo y recursos que podríamos dedicar a las tareas realmente importantes, la primera, un sistema permanente, especializado y dotado de personal suficiente para la orientación laboral.
Enhorabuena por el post. Siguiendo con los comentarios, pienso que los servicios públicos de empleo autonómicos, teóricamente dedicados a las políticas activas de empleo, continúan enfocados como hace 50 años (habrá termino más desfasado que “demandante” de empleo), la gran mayoría de sus recursos humanos y materiales se dedican a alimentar de datos un obsoleto programa pensado para una escasa intermediación laboral y para su relación con las prestaciones que gestiona el Estado a través del SEPE. La información para el empleo, las medidas para la búsqueda de empleo o la mejora de la empleabilidad, la orientación laboral, etc no disponen de recursos, dilapidados por la carga administrativa tan brutal que soportan los servicios públicos de empleo. La solución sería sencilla y rápida, cambiar la demanda de empleo como requisito previo a la solicitud de prestaciones por requisito posterior. Esto cambiaría el enfoque de los servicios públicos hacia su verdadera misión. También es necesario bajar el volumen de datos previos que necesita el sistema para poder intermediar. Así liberaríamos un enorme volumen de trabajo y recursos que podríamos dedicar a las tareas realmente importantes, la primera, un sistema permanente, especializado y dotado de personal suficiente para la orientación laboral.
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