Las dos últimas excursiones, una a la selva, bajando hasta la ciudad de Coroico, para llegar allí tenemos que descender desde los 4100 metros de El Alto, hasta los 3000 metros de Coroico, por la que llaman carretera de la muerte. Allí nos encontramos calor, humedad, selva, cascadas, mariposas gigantes y lugares increíbles.
Nuestro segundo destino la cumbre de Chacaltaya, más de 5300 metros a tan solo 30 kilómetros de la ciudad de la Paz, muy cerca del pico Huayna Potosí. Esta cumbre era la estación de esquí más alta del mundo y más próxima a la línea del ecuador, en estos momentos ha perdido la nieve por efectos del calentamiento global y esta cerrada. Es difícil describir la sensación de falta de aire cuando se sube al Chacaltaya, andamos con pasos cortos como si a esa altura ya fallase la gravedad. Hacemos pequeñas paradas para recuperar el aliento y aprovechamos para contemplar el maravilloso paisaje. Escasa vegetación, piedras astilladas y bordes cortantes. Día de sol, calor, viento y al final granizo que golpea con fuerza las piedras.
Regresamos a España, ha sido un mes intenso, pero nos ha parecido una semana. Dejamos buenos contactos, amigos, esperamos que nuestra labor haya sido positiva. Que al menos durante 4 semanas los niños del proyecto Cinca en El Alto y sus familias hayan disfrutado con nuestro trabajo.
Nuestro segundo destino la cumbre de Chacaltaya, más de 5300 metros a tan solo 30 kilómetros de la ciudad de la Paz, muy cerca del pico Huayna Potosí. Esta cumbre era la estación de esquí más alta del mundo y más próxima a la línea del ecuador, en estos momentos ha perdido la nieve por efectos del calentamiento global y esta cerrada. Es difícil describir la sensación de falta de aire cuando se sube al Chacaltaya, andamos con pasos cortos como si a esa altura ya fallase la gravedad. Hacemos pequeñas paradas para recuperar el aliento y aprovechamos para contemplar el maravilloso paisaje. Escasa vegetación, piedras astilladas y bordes cortantes. Día de sol, calor, viento y al final granizo que golpea con fuerza las piedras.
Hemos tenido la fortuna de ver una parte pequeña de este precioso país, Bolivia.
Bueno, volvemos a nuestro proyecto Cinca, nos despedimos con una fiesta, cena y orquesta en la calle, para los niños del hogar preparamos un taller de fruta, es nuestra penúltima contribución, nunca la última.
Regresamos a España, ha sido un mes intenso, pero nos ha parecido una semana. Dejamos buenos contactos, amigos, esperamos que nuestra labor haya sido positiva. Que al menos durante 4 semanas los niños del proyecto Cinca en El Alto y sus familias hayan disfrutado con nuestro trabajo.
¡¡¡Adiós Bolivia!!! Hasta siempre.
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