viernes, 29 de octubre de 2010

Implicar para Motivar 2.0

Continuamente oímos que es importante para las empresas retener el talento y además que este se encuentre motivado. Vale, es posible que casi todos estemos de acuerdo con esta afirmación, pero en realidad: ¿Qué hacemos para conseguirlo?

No hablemos de grandes teorías (en las que no creo), ni del uso de las nuevas tecnologías, ni de maravillosos cursos de motivación o complejos paquetes de retribución. ¡Hombre todo ayuda! Si, si, vale, pero vamos a ser más simples, hablemos de una aptitud más básica e incluso más antigua en la jerga de la gestión de las personas: La delegación.

Si en estos momentos tenemos “Talento” en nuestra empresa, seguro que tenemos empleados con ganas de crear, compartir, aprender, apoyar y desarrollarse de forma libre y rápida, además pueden hacerlo. Los empleados con talento no buscaran un empleo, más bien una forma de realizarse, compartiendo conocimiento, un proyecto, todo basado en la responsabilidad individual.

Así pues, podremos conseguir avances importantes en nuestro equipo si somos capaces de implicar. Pero para implicar tenemos que delegar y de forma inmediata surge la pregunta: ¿Sabemos delegar?

Hay personas que tienen más facilidad para dejar que otro haga cosas bajo supervisión mínima. Otras sin embargo son incapaces de dejar que sus colaboradores hagan algo de forma más o menos autónoma, por la simple razón de no perder el control. En esos casos la pregunta adecuada es: ¿Quiero delegar?

Una razón muy importante para que la delegación pueda influir en la motivación de una persona, es que esta se sienta participe y “protagonista” de lo que hace, esto permite que las personas se desarrollen, aprendan, ofrezcan alternativas, descubran que pueden hacer y hasta donde pueden llegar. Atención con estos puntos: “Que pueden hacer” y “hasta donde pueden llegar” por ellos mismos.

Un colaborador de un equipo que desarrolla de forma eficiente las tareas que en él se han delegado, puede crecer día a día y sentirse poco a poco capaz de publicar su propia opinión, desarrollará su trabajo bajo la influencia de su opinión y no de la de su “jefe”, que es quien delego en él.

!!Atención¡¡ ¿Puedo permitir que alguien haga algo con criterios diferentes a los míos? Aunque el resultado sea el mismo (o algunas veces mejor).

Como “jefe” tienes poder, pero también miedo de que otros vean tus posibles debilidades, no usas tu inteligencia emocional, no usas tus sentimientos, no confías en los que pueden ayudarte y a los que tu puedes ayudar a desarrollarse... solo ves amenazas ¿No quieres delegar?



martes, 26 de octubre de 2010

Las consecuencias de la crisis: ¿Y si nos recuperamos Qué?

Todos conocemos como la situación económica actual ha llevado a muchas empresas a disminuir su estructura de personal. Este adelgazamiento tenía como objetivo principal la disminución de los gastos y la viabilidad del proyecto empresarial. Suponemos que todo el mundo ha hecho este ejercicio con la responsabilidad de saber que delante se presenta un futuro incierto y lleno de cambios continuos.

Lógico sería pensar que cuando una empresa acomete la tarea de reestructurar su plantilla, lo hace pensando en mantener el máximo de “talento” o al menos sacrificando el mínimo número posible de personal clave. De lo contrario está hipotecando su futuro.

Pero también es fácil encontrar quien ha hecho el cambio aplicando solo criterios económicos, aprovechando para eliminar salarios altos y personal con mucha antigüedad. A este criterio puramente económico le tenemos que añadir otro no menos dudoso para afrontar el futuro, eliminar aquellas áreas de la empresa que no están directamente relacionadas con la actividad principal: recursos humanos, marketing, etc. Sin plantear una externalización de las mismas (se aplica de nuevo el criterio económico y por tanto sería más gasto), pensando funcionar sin ellas o como mucho repartiendo las funciones clave de estas áreas entre los que se quedan, que al final como mucho terminaran apagando fuegos.

…Cuando Santiago repasó la lista de las personas incluidas en el expediente de extinción de su empresa, miró al techo de su despacho y suspiro profundamente.

Cuando se iniciaron los trabajos de preparación del expediente, se les comunicó a todos los jefes de área que debían identificar a su personal clave y no incluirlos, sobre todo pensando en no hipotecar un crecimiento futuro. Unas semanas después, con la lista en la mano, se daba cuenta que sus propuestas no habían sido escuchadas y que se había impuesto el criterio económico. Desde ese momento el futuro de su empresa no solo dependía de los posibles resultados positivos, sino también de la capacidad de evolución de los que quedaban, se había perdido mucho conocimiento…

Sin duda es un reto superar la crisis, pero más lo será permanecer después. Es fácil “soltar” la carga y tomar altura, pero una vez arriba necesitas fijar un rumbo y no perderse, pero: ¿Cuentas con el equipo adecuado?


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- Preparar a las personas para el futuro… pasado.
- Empresas emocionalmente inteligentes.
- Nuevos tiempos para las relaciones laborales.

viernes, 8 de octubre de 2010

La Reforma de las pensiones o el fin del mundo

De nuevo con la reforma de las pensiones, la jubilación a los 67 años, la ampliación de los años de cálculo, etc… Este será “El otoño de las pensiones”, deberían decírselo al Corte Inglés. Y los políticos no serán capaces de ponerse de acuerdo y si serán capaces de hacer demagogia con esta tema. Que pena.

Tengamos en cuenta 2 cosas: El sistema de pensiones no entrará en crisis hasta dentro de 10 años, siempre que no se tomen las medidas adecuadas. Y el sistema de pensiones lo que necesita son INGRESOS.

En estos momentos, con más de cuatro millones de parados: ¿No sería más productivo para el sistema generar empleo y por tanto ingresos? ¿No sería más lógico hablar de productividad? Inmediatamente después, nos ocuparemos de la sostenibilidad del sistema de pensiones.

…Santiago estaba en la cocina preparando la comida, como de costumbre dejaba la televisión en marcha, la verdad es que no prestaba mucha atención, pero le hacía compañía en sus nuevas obligaciones.

De repente algo llamo su atención, unas frases: “En 10 años el sistema de pensiones será insostenible… tendrá que alargarse la vida laboral… aunque se puede plantear de forma voluntaria… tendrán que cotizarse al menos 40 años… ” Dejo caer el cuchillo que sostenía en su mano y se volvió hacia la televisión con una mezcla de rabia e incredulidad. Buscó el mando a distancia y pulsó el botón rojo: “Power”, la televisión enmudeció.

Satisfecho, continuó con su tarea, pronto llegarían sus hijos del colegio. Una pequeña sonrisa asomo en sus labios. ¿Alargar la vida laboral? ¿Qué vida laboral? Antes necesitaré un empleo ¿No?

 
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