domingo, 23 de marzo de 2014

5 valores para Emprender a los 25

"Emprender puede ser un arte en estos tiempos, no olvides darle valor"

Lo prometido es deuda, cuando escribí el post “5 para Emprender a los 50me comprometí a escribir un post sobre algunas claves para emprender a los 25, lo cierto es que no se sabe si esta promesa se cumple solo para uno mismo o el lector de este Blog está deseando su publicación, esto lo dejaremos correr ;-) Un apunte general, lo mejor es no hacer “rimas fáciles” con el título.

Y en esta ocasión también debo empezar matizando, porque si la situación económica, le sumamos que el supuesto emprendedor tiene solo 25 años, me surge la misma exclamación: ¡Dónde vas alma de cántaro! (RAE: “Persona sumamente ingenua, pasmada o insensible”).

Las connotaciones de la palabra “Emprendedor -Que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas- me llevan por asociación de ideas a personas jóvenes, con ideas nuevas, con perfil para asumir riesgos, ágiles, con la mente abierta, sin prejuicios… mientras que emprender con 50 años me lleva a la idea de “la única salida”. No obstante, las dificultades pueden ser las mismas para ambos, incluso asumiendo estas ideas preconcebidas, el “mayor” asentará su aventura en la experiencia y el “joven” en su ilusión, en sus fuerzas intactas. Aunque ambos deberán tener el mismo talante: Superación.  
Disfrutemos aquí de 5 valores o razones o pilares para emprender con solo 25 años. De nuevo decir que no son recetas, pero si estímulos, razones, cachavas dispuestas de forma estratégica que permitirán hacer más fácil el camino.

  • Apasiónate. Es tu proyecto, eres joven, te lo puedes permitir. Mostrar tus sentimientos será una buena carta, no te comportes como si tuvieses 60 años, el hecho de que estés presentando o vendiendo una idea de negocio no significa que debes tomar el rol de persona seria y responsable que no debe mostrar la ilusión del que inicia algo en lo que cree. La pasión te dará credibilidad
  • No abandones la Curiosidad de seguir descubriendo. Recuerda que no hace muchos años no hacías más que preguntar sobre todo lo que ocurría a tu alrededor, la curiosidad del niño se pierde con los años, no la permitas. Si quieres emprender no olvides que no puedes cerrar tu mente con ideas fijas, deja eso para los más conservadores. 
  • Escucha. Pide consejo, déjate asesorar. No pienses que lo sabes todo, eso sí que no. Recuerda que aunque no quieras eres aún muy joven y que seguramente aquellos a los que cuentes tu idea para que te ayuden en el proyecto –por ejemplo para buscar capital- serán mayores que tu. Una actitud arrogante chocará con la mentalidad de aquellos que tiene la experiencia de la que tú careces. 
  • Se transparente y humilde. Piensa que el “espíritu emprendedor” no significa solo tener una idea genial, que nadie haya tenido nunca y que después de ponerla en marcha… te forras, eso solo le pasa a 1 de cada millón. Así que tendrás que trabajar, rodearte de un equipo, de socios, de compañeros de viaje. Si tu mochila está cargada de transparencia desde el minuto uno y la humildad es uno de tus valores, tendrás ganadas muchas de las batallas que te saldrán al encuentro. Las “malas artes”, la desconfianza, la soberbia si te dan ventaja será solo temporal. 
  • Se flexible y global. Deberás crear tu plan de negocio y en él mostrar todas las variables de tu negocio, pero no olvides que estás en un entorno cambiante, que lo que más se espera de una persona joven es la capacidad de adaptarse a esos cambios de forma rápida. Esa es una ventaja que tienes, muéstrala. Hacer que tu idea tenga una parte global, que no se cierre al localismo, que sea escalable. Eres joven y seguro que tus “ataduras” vitales son mínimas, no te crees más de las necesarias. Muestra que puedes disfrutar de tu proyecto con una visión amplia, sin fronteras. Tu zona de confort es aún reducida, no la amplíes con ese nuevo negocio que te dejará anclado en un lugar.

No hemos planteado complejos algoritmos para hacer de tu idea un negocio de éxito valorado en miles de millones, eso te lo tendrás que currar tú. Aquí tienes apuestas “humanistas” que pueden hacer de un joven emprendedor, un mejor compañero de viaje.

Después de leerlo..¿No crees que tengas la edad que tengas también te servirían?  


Deja tu opinión en los comentarios, así podremos aprender y compartir.

domingo, 16 de marzo de 2014

8 ideas para los de Recursos Humanos

Los departamentos de recursos humanos de las PYMES son los que tal vez han sufrido las mayores reducciones en los últimos años, tanto en medios “humanos” como en presupuesto, y lo que es peor… en iniciativa, en ideas, en seguir el camino emprendido a finales de la década de los 90 para formar parte del “Core Business” de la empresa. Ya nos caímos del guindo, ya no hay excusa alguna para seguir llorando sobre el supuesto maltrato sufrido por la gestión de las personas en las PYMES. Mito o realidad, cada profesional tendrá sus vivencias, las mías son claras: Nunca se tomaron en serio las políticas de gestión de personas, porque nunca se consideraron palanca esencial para mejorar la cuenta de resultados.

"Bodegón de Invierno" by Ximo Salas @xsalas
¿Podemos hacer algo ahora? ¿Hay nuevas alternativas de gestión? ¿Somos más conscientes del papel fundamental de las personas en las empresas? ¿Podemos mejorar la cuenta de resultados trabajando con las personas? (No entender bajarles el sueldo ;-) Mi respuesta es: Si, si, si y si. Sin más.

Si tenemos por delante la tarea de reactivar el área de recursos humanos de una PYME, proyecto apasionante y duro por lo ocurrido en los últimos años, no tenemos que perdernos en grandes planteamientos de manual, esmeradas estrategias o implantaciones de software con largos periodos de aprendizaje. No, no, no… vamos a lo sencillo. Empecemos por lo básico y no cometamos los mismos errores de antaño, porque caeremos de nuevo en el mismo agujero: El alejamiento del corazón del negocio, el distanciamiento con la realidad. Qué pasos pienso que pueden darse para iniciar este camino, enlacemos palabras…

  • Desaprender todo lo anterior, descartar toda política que haya proporcionado ambigüedad a la organización. Retribuciones por objetivos mal diseñadas, evaluaciones farragosas que nadie entiende ni aplica, planes de carrera irreales, estudios de clima realizados sin escuchar.
  • Poner oídos en todos los rincones de la organización, pero no a escondidas, no para espiar (Como nos pedían antes), sino para aprender, pero sobre todo para escuchar. 
  • Conocer el negocio, la competencia, saber de que hablas, de que hablan. No tocar de oído. 
  • Hablar con los empleados que forman el músculo de la empresa, no solo para sacar lo mejor de ellos, sino para saber que quieren, como pueden mejorar su entorno de trabajo. 
  • Trabajar para que prevalezca la honestidad y la transparencia, compartiendo y no escondiendo. 
  • Predicar con el ejemplo y ayudar a que todos lo hagan.
  • Comportarse como un ser humano y mostrar compromiso, al menos el mismo que pidas a los demás. 
  • Preocuparse y ocuparse de las personas.


Si consigues desarrollar estas ocho ideas, ya podrás empezar a plantearte otros retos más “materiales”, porque una cosa si debemos tener clara, lo que perciban de nosotros los demás no será el resultado de la implantación de un maravilloso software de gestión, sino más bien la sensación de proximidad, transparencia, honestidad y poder de ayuda que les proporciones.

“Nunca las sensaciones y los sentimientos contaron tanto como en estos tiempos, no te empeñes en comprarlos, solo vívelos. Compártelos”

Deja tu opinión e incluye nuevas ideas...

domingo, 2 de marzo de 2014

5 para Emprender a los 50

“Por la ventana de su despacho entraba el sonido hueco del debate del estado de la nación. No entendía lo que decían, era como el soniquete de los niños de San Ildefonso el día del sorteo de Navidad. Su vecino tenía por costumbre poner el aparato de radio a todo volumen, él desde su silla en el pequeño espacio improvisado en su casa, intentaba concentrarse en lo que había llamado su nuevo trabajo. Más bien su nueva ilusión, nacida desde la desesperación de sostener su alma inactiva, los últimos tres años.”

La verdad es que digan lo que digan los expertos, políticos y otras yerbas, nada de nada da pistas buenas en este país para que el camino de un emprendedor sea más fácil. Sin embargo, a muchos de los que hablan se les hace la “boca agua” con este tema, tanto por las facilidades que se están creando, como de lo necesario que es un país emprendedor para salir de la situación en la que estamos. Un ejemplo, en los últimos días el gobierno ha regulado el sistema de financiación por Internet “Crowdfunding”, la verdad es que después de leer sobre el tema, la regulación está hecha desde el máximo desconocimiento de este mecanismo de financiación y con el mayor de los desprecios para querer entenderlo. ¡Adelante con los machos!

Alma de Cántaro
Pero sigamos con lo nuestro, emprender. Matizando, porque si a lo que comentábamos antes -el entorno no es el más adecuado-, le sumamos que el supuesto emprendedor tiene más de 50 años. ¡Dónde vas alma de cántaro! (RAE: “Persona sumamente ingenua, pasmada o insensible”)

Parece que emprender con 25 años es casi un deber, una salida de éxito, mientras que emprender con 50 años es “la única salida”, y puede que sea así. No obstante ¿Quién tiene el entorno más fácil? Aquí cada cual arrimara el ascua a su sardina. Personalmente creo que el de 50 se encontrará con diferentes obstáculos, muchos de ellos sobrevenidos por el hecho de tener esa edad. El resto serán los mismos para ambos.

Sin embargo disfrutaremos aquí de 5 para emprender con más de 50 (No velan rimas fáciles) En otro post hablaremos de los 5 para emprender con 25. No son recetas, pero si estímulos, razones, cachavas dispuestas de forma estratégica que permitirán hacer más fácil el camino. 

  • “Experienciaté”. Disfruta de lo que tienes. Úsala, muéstrala, y convierte este activo en el principal capital de tu nueva empresa. Eso sí, no lo conviertas todo al modo experiencia, no seas el “abuelo cebolleta”, no cimientes tu proyecto en contar tus experiencias. Por más que sepas, hay un mundo por descubrir
  • Muestra Curiosidad Prudente. Abrirse a nuevas experiencias, aprender de nuevo, salir, explorar, conocer, sobre todo personas que hasta este momento jamás pensaste que estarían en tu entorno vital y profesional. Eso sí, hazlo con la prudencia que proporciona la experiencia, o no, total. 
  • Escuchar. Pide consejo, déjate asesorar. No pienses que tienes el pasaporte lleno de visas que te permiten pasar por todas las casillas sin pagar peaje. En muchas ocasiones escuchar es muy difícil para los que disfrutan de mucha experiencia vital, haz una prueba, si cuando está hablando otro ya estás preparando una réplica o un argumento contrario, piénsalo dos veces… No quieres escuchar. 
  • Abraza las nuevas tecnologías. Piensa, nunca es tarde para nada, bueno tal vez para todo no, pero no sirve al “espíritu emprendedor” eso de “yo ya estoy mayor para estas cosas”. Internet y las nuevas tecnologías de comunicación (Social Media) te darán muchas más opciones de las que puedas pensar, de las que seguro teníamos hace unos años. 
  • Ofrece más que pide. Si, si, como lo lees. ¿Pero cómo si es un negocio? ¿Tengo que ganar dinero? Cierto, y deberás crear tu plan de negocio. Pero este debe contener el valor de “ofrecer” más que el de “pedir”. Si ofreces un producto que rezuma talento con experiencia, súmale la opción de ser fuerte en su confianza. La opción de ofrecer más que pedir, da el sentido de confianza a lo que haces.



“Desde su ventana al mundo, su conexión con la nueva realidad, se proyectaba con toda su fuerza y experiencia. Ofrecía su talento, sin importar el interlocutor o el lugar. Aprendía. Compartía su sabiduría de años, esa que ahora las circunstancias querían enterrar por mayor y que él se había prometido no permitir que nadie tirase ni un solo puñado de tierra encima. En su mente un  reto, poner en marcha una idea para ofrecer felicidad a los demás. Algunos le llamaban Empresa. Él simplemente Un Sueño.”


¿Emprendes con 50?



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