Estimado
Empleo.
Sé que no
andas muy bien de salud (Me lo comentó la EPA el otro día), pero no obstante me
atrevo a escribirte esta carta por los muchos años de amistad que nos unen, y
siendo consciente que nuestra relación no atraviesa los mejores momentos desde
que nos conocemos. En los últimos años nos hemos distanciado, y en las pocas
veces que hemos coincidido, más valdría no haberlo hecho.
No es esta
una carta de reproches, ni un intento de justificar mi falta de contacto
contigo, ni siquiera pretendo conseguir tus favores, solo quiero explicarte las
interferencias de terceros en nuestra estrecha y fructífera relación, ahora
deteriorada. Interferencias que no solo provocaron nuestro distanciamiento,
sino también la dificultad que ahora tenemos de volver a retomar nuestra relación.
Interferencias que además, creo desconoces.
Quiero
decirte que aquellos que tenemos contacto con las personas que no tienen ningún
tipo de relación contigo desde hace años (Para nombrarles usan el eufemismo:
Parados de larga duración), estamos siendo testigos de un deterioro galopante
de nuestra sociedad, cuyo futuro no se atisba muy halagüeño (Dulce Crisis). Y
ahora, con tu permiso me dirijo a las personas que están interfiriendo en esta
relación.
Este grupo de
personas, que no son una ni dos, no, en absoluto. Son, al menos, todos los
responsables de la gestión pública y privada de este territorio desde al año
1982 hasta nuestros días. ¿Qué no se puede generalizar? Pues el que tenga
argumentos para defenderse que los publique, a ser posible de forma individual,
clara y con testigos.
Señores
responsables de la gestión, ustedes nunca entendieron su función como algo
colectivo, más bien han pasado por sus cargos con el ánimo de crecer solo
personalmente, de alimentar su propio ego... uno tras otro. Nunca lucharon por
el desarrollo de un modelo de negocio sostenible en el tiempo, que permitiera
que nuestra relación con el empleo no terminase. Fue para todos ustedes más
rentable (y para sus amigos) el crecimiento fácil, y por desgracia olvidaron
que estaban sembrando para producir la ruptura de la relación más rentable para
todos.
Señores
responsables de la gestión, ustedes (durante décadas) han degradado la
formación académica, la profesional, la continua y todo aquello que significaba
mejorar para unirnos más con nuestro amigo el empleo. Porque parece que desconocen
que uno de los motivos por los que nunca se rompe esa amistad es la FORMACIÓN.
Señores
“i-responsables” de la gestión, ustedes no han sido ni son conscientes de la
situación de las personas de su territorio. Ustedes se limitan a publicar los
datos del paro una vez al mes, algo que no entiendo. Nos taladran con el dato
de la prima de riesgo, casi de forma online, cada minuto, cada noticiario, dato
que no interesa a aquellos que luchan por retomar su relación con el empleo,
dato que solo posibilita conocer el diferencial de valor de la deuda a largo
plazo de su territorio con el alemán, deberían saber que aquí abajo las deudas
se reclaman de un día para otro. Pues me pregunto ¿Por qué no tenemos el
indicador del número de parados publicado de la misma forma que la prima de
riesgo? ¿Tiene problemas técnicos? (Sarcasmo).
Ustedes, seres
que ven brotes verdes en no sé dónde y luces al final de túneles por los que no
nos invitaron a transitar, sepan que hay un gran número de personas que será
muy, pero que muy difícil que puedan recuperar su amistad con el empleo.
Personas que necesitan apoyo y sobre todo formación. Personas que no saben qué
hacer, que ya están totalmente desmoralizadas, personas que no saben que es un
correo electrónico, que ni siquiera saben tomar en su mano un dispositivo que
la mayoría llamamos “ratón”.
Querido
Empleo, no me extenderé más, en estos tiempos no se llevan las cartas muy
largas y esta podría ser eterna. Solo un último detalle ¿Sabrán estos grandes
estadistas que es la brecha digital? Tú y yo lo sabemos, ya hace tiempo que
tienes nuevas relaciones que nacen desde Internet, sabes que muchas
oportunidades de establecer amistad contigo pasan por este nuevo medio, no sé
si será el futuro, pero sí forma parte del presente.
Espero que
tengas un futuro prometedor, brillante, esperanzador. Tu futuro será el de
muchas personas que ahora no saben cuál es el suyo.
Recibe un
fuerte abrazo.
(Nota del autor. Si esta carta le parece
demagógica, generalista o carente de datos contrastados, les invito a que
escuchen una conferencia y/o rueda de prensa de los gestores de nuestro
territorio. Luego comparamos)