Lo
prometido es deuda, desde que en febrero se publicó el post “Los 4 síndromes del entrevistador”, tres lectores del blog
han propuesto otros síndromes del entrevistador, en concreto 4 más, así que
este post debe salir de nuevo con el añadido de la contribución de los
lectores.
En los
tiempos que corren, es posible que algunos entrevistados tengan más
tablas y experiencia que muchos de los entrevistadores, es posible que se
produzca una sensación de inferioridad inversa. Algo así como un “agujero
negro” para el entrevistador, que ve mermadas sus fuerzas y saca
de su chistera artimañas poco ortodoxas para salir airoso del trance. En
ocasiones, el mero hecho de ser entrevistador te impone un halo de
dignidad y superioridad que no tendría en otras circunstancias.
Pensándolo
bien, a todos los que leáis este post y estéis buscando trabajo, seguro que os
viene a la mente un personaje que en un lugar de la mancha… intentó hacer una
entrevista y lo podríais encuadrar en.
Los nuevos
síndromes propuestos son:
- Síndrome del autómata. El entrevistador que tiene un guión perfectamente estudiado y que no se sale de él. No le da la oportunidad al candidato de realizar ninguna pregunta y cuando alguno le pregunta algo muchas veces no sabe ni cómo responder. Propuesto por Víctor Candel.
- Síndrome del ocupado. Entrevistador que a la vez que realiza la entrevista manda correos electrónicos, habla por teléfono, lee otros papeles... Propuesto por Víctor Candel.
- Síndrome del "Brown". Entrevistador por "casualidad". Aquel al que su responsable de departamento le ha puesto en la terrible situación de seleccionar a la nueva incorporación de la empresa, y sin tener los conocimientos necesarios, ni la responsabilidad, se ve envuelto en un proceso de selección. Vaya marrón. Propuesto por Gontzal Fernandez.
- Síndrome del “rencoroso". Se da cuando quien te hace la entrevista además es el propietario del establecimiento y te habla de lo mucho que costaba encontrar antes del "Boom" mano de obra para su sector así como los problemas que tenía con la gente contratada y el listón tan bajo que tenía que poner. Luego adoptan una mirada altiva y si al fin puedes trabajar para ellos, dan rienda suelta a su más ortodoxo "Apertheid". Aportado por Santiago Lopez Frutos.
Los síndromes
iniciales del post eran.
- Síndrome del “Con una mirada suficiente”. Entrevistador intuitivo. Solo con la primera impresión ya tengo suficiente, no quiero saber mucho más, solo con verte ya te conozco. Las entrevistas son cortas.
- Síndrome del “Qué listo soy”. Entrevistador auto suficiente que no requiere de la presencia de ningún otro ser, solo habla él. En la mayoría de las ocasiones habla de la empresa, el máximo nivel se da en aquellos que además hablan de ellos mismos.
- Síndrome del “Lo sé todo de ti”. Entrevistador que dice saber todo del entrevistado, por lo que se dedica a preguntar obviedades, no permitiendo la expresión correcta del entrevistado.
- Síndrome del “Tú no sabes nada”. Estos no conocen las redes sociales. Creen que para el entrevistado, acaban de aterrizar con su platillo volante para hacer la entrevista. Salen de la sala igual que entraron, sin enterarse.
Está
claro que no todos los profesionales de RRHH son así, que la mayoría de ellos son
excelentes entrevistadores que preparan concienzudamente su trabajo y prestan
la atención adecuada a cada persona que es entrevistada, porque consideran la
importancia que tiene para ellos.
No
obstante, si alguna vez te encuentras con alguna de estas
características en una entrevista, no te preocupes, tus posibilidades de éxito
son las mismas, su comportamiento es constante para todos los candidatos.
¿Conoces alguna característica más? Indícala en los
comentarios…