En la elaboración de una receta cada ingrediente tiene su proceso y su tiempo de cocción. A nadie se le ocurriría hacer una tortilla de patata cocinando el huevo antes que la patata… ¿No? Difícil resultado, bueno siempre se podrá ofrecer un revuelto.
¿Existe un paralelismo entre la cocina y la gestión de los RRHH?
Todos aquellos que disfrutan en la cocina, aunque solo sea en plan amateur, tienen claro que cuando usan varios ingredientes para hacer una receta, deben considerar los diferentes tiempos de cocción e incluso que no todos se cocinan de la misma forma. No haga usted una paella poniendo todos los ingredientes a la vez… ¡Atención! Esto tiene un orden.
En la gestión de los RRHH podemos decir lo mismo. Imaginemos que ante diferentes retos de gestión un directivo aplique el mismo orden, tiempo, atención, esfuerzo y consideración a todos ellos ¿Cuál puede ser el resultado? Bueno siempre podremos ofrecer un revuelto.
Por otra parte la calidad de los ingredientes es importante, la satisfacción de cocinar se inicia con una buena compra, en un buen mercado, donde se pueda seleccionar las mejores materias primas. Esto asegura un porcentaje muy alto de éxito en el resultado del plato a cocinar.
En la gestión de los RRHH podemos decir lo mismo, ¿Se preocupa el directivo de tener los mejores profesionales para resolver sus retos? No vale cualquier cosa para decidir, el día a día, no tengo tiempo, es urgente… Tampoco te tomes todo el tiempo del mundo, se puede quemar. Bueno siempre podremos ofrecer un revuelto.
No es fácil hacer un buen revuelto, algunos ni siquiera sabrían el orden de los ingredientes ¿Debemos aprender a cocinar?
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