sábado, 22 de diciembre de 2012

El hombre que decidió mejorar… y ganó (2)


Lo primero que debes hacer es centrar tus objetivos profesionales – le dijo el entrevistador, al ver que estaba receptivo a sus comentarios.

¿Centrar mis objetivos? ¿Qué objetivos? – Preguntó Luis.
 Ese es el principio, creemos conocernos y cuando pasa algo inesperado todo son dudas, hasta lo que creíamos más evidente se convierte en una incógnita.
El entrevistador estuvo comentando con Luis que tenía que desarrollar una labor inicial de conocerse, de saber cuáles eran sus puntos fuertes, sus debilidades, que amenazas podría tener a la hora de afrontar un proceso de selección. Le hizo ver que apuntarse a cualquier proceso de selección era un error, que debía “apuntar” mejor sus disparos y no malgastar su munición. Luis le contestó.
Si, vale, todo esto me parece muy bien, pero tengo 45 años y no puedo andar con rodeos. No tengo tiempo.
Mejora y Gana
Ese es uno de lo errores más comunes – Comentó el entrevistador – pensamos que se acaba el tiempo y eso nos produce más agobio, y nos vemos de momento como candidatos de cualquier trabajo.
Luis, tu trabajo es buscar trabajo. Destaca tus puntos fuertes, mejora tus puntos débiles y centra tus objetivos. Pero no termines ahí.
¿No? ¿Qué más puedo hacer?
Analiza también tu entorno laboral, mira a tu alrededor.
Pero si no hay trabajo.
Eso es lo que creemos, pero aún en esta situación en la que estamos existen oportunidades laborales.
El entrevistador le comentó a Luis, que su análisis personal, profesional y del entorno laboral le daría una visión global muy interesante, pero que después debía desarrollar una estrategia y un plan de comunicación. Personalizar el curriculum, mejorar sus cartas de presentación, estudiar las empresas que  ofrecían ofertas de empleo. Pero sobre todo: Los demás deben saber quién eres, que eres diferente, que buscas y que puedes ofrecer.
Se diferente Luis, no seas uno más. La diferencia es un argumento clave.
¿Me pueden ayudar las redes sociales en esto? – Preguntó Luis.
Si, por supuesto, pero no veas en ellas una solución, son una herramienta. Muy importante, pero una herramienta al fin y al cabo. No olvides tu objetivo: Estás buscando trabajo.
El entrevistador le explicó a Luis que todo proceso de selección terminaría para él en una entrevista, que al final tendría que demostrar todo lo que dejase tras de sí. Que desarrollar una estrategia y diferenciarse no le servirían de nada si no preparara correctamente el encuentro físico que al final ocurriría: La entrevista. 
Ya, ya,  lo dice por los nervios de esta, no. – Dijo Luis sonriendo.
Si y no, al menos esta le servirá para mejorar en las próximas.
Cierto, dijo Luis. – Levantándose para despedirse.
De regreso a casa Luis pensó en todo lo que aquella persona le había contado y se ilusionó pensando en el trabajo que tenía por delante: Mi trabajo es buscar trabajo, lo tengo que hacer bien.
En el fondo esperaba ya la próxima entrevista…

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