¿Dónde está el perro? Oí gritar a mi hija desde su habitación. Yo miré a mí alrededor, no entendía nada, no había tenido perro en mi vida. Pensé que mi hija sufría una pesadilla, y que perdía el ansiado perro que su madre y yo no habíamos permitido tener nunca en casa, ya que considerábamos que el espacio no era el adecuado. Me levanté para comprobar que se encontraba bien, la arropé y volví a mi cama. En ese momento sentí que me zarandeaban y de nuevo la pregunta ¿Dónde está el perro? No entendía nada, yo no tenía perro.
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