Hace un tiempo escribí en este blog un post titulado “Los 4 síndromes del entrevistado” donde describíamos cuatro
características no muy positivas que podemos presentar cuando nos enfrentamos a
una entrevista.
En ese momento una gran profesional de los recursos humanos
y mejor persona J (y
un poquito amiga xD) a la que llamaremos Emma (@SalamancaPeral)
me lanzó la idea: ¿Para cuándo los síndromes del entrevistador? La verdad es
que no lo había pensado, es más creo que ella podría escribir este post mucho
mejor que yo, pero bueno, lo intentaré.
Atardecer - Foto by @xsalas |
En los tiempos que corren, es posible que algunos
entrevistados tengan más tablas y experiencia que muchos de los
entrevistadores, es posible que se produzca una sensación de inferioridad
inversa. Algo así como un “agujero negro” para el entrevistador, que ve mermadas
sus fuerzas y saca de su chistera artimañas poco ortodoxas para salir airoso
del trance. En ocasiones, el mero hecho de ser entrevistador te impone un halo
de dignidad y superioridad que no tendría en otras circunstancias.
Pensándolo bien, a todos los que leáis este post y estéis buscando
trabajo, seguro que os viene a la mente un personaje que en un lugar de la
mancha… intentó hacer una entrevista y lo podríais encuadrar en.
- Síndrome del “Con una mirada suficiente”. Entrevistador intuitivo. Solo con la primera impresión ya tengo suficiente, no quiero saber mucho más, solo con verte ya te conozco. Las entrevistas son cortas.
- Síndrome del “Qué listo soy”. Entrevistador auto suficiente que no requiere de la presencia de ningún otro ser, solo habla él. En la mayoría de las ocasiones habla de la empresa, el máximo nivel se da en aquellos que además hablan de ellos mismos.
- Síndrome del “Lo sé todo de ti”. Entrevistador que dice saber todo del entrevistado, por lo que se dedica a preguntar obviedades, no permitiendo la expresión correcta del entrevistado.
- Síndrome del “Tú no sabes nada”. Estos no conocen las redes sociales. Creen que para el entrevistado, acaban de aterrizar con su platillo volante para hacer la entrevista. Salen de la sala igual que entraron, sin enterarse.
Está claro que no todos los profesionales de RRHH son así,
que la mayoría de ellos son excelentes entrevistadores que preparan
concienzudamente su trabajo y prestan la atención adecuada a cada persona que
es entrevistada, porque consideran la importancia que tiene para ellos.
No obstante, si alguna vez te encuentras con alguna de estas
características en una entrevista, no te preocupes, tus posibilidades de éxito son
las mismas, su comportamiento es constante para todos los candidatos.
¿Conoces alguna característica más? Indícala en los
comentarios…
8 comentarios:
Hola Ximo,
Te aporto otros dos:
El síndrome del autómata. El entrevistador que tiene un guión perfectamente estudiado y que no se sale de él. No le da la oportunidad al candidato de realizar ninguna pregunta y cuando alguno le pregunta algo muchas veces no sabe ni como responder.
El sindrome del ocupado. Entrevistador que a la vez que realiza la entrevista manda correos electrónicos, habla por teléfono, lee otros papeles...
Un saludo
Buenas Ximo.
No se puede dejar pasar la ocasión sin mencionar este tipo:
El síndrome del "Brown". Entrevistador por "casualidad". Aquel al que su reponsable de departamento le ha puesto en la terrible situación de seleccionar a la nueva incorporación de la empresa, y sin tener los conocimientos necesarios, ni la responsabilidad,se ve envuelto en un proceso de selección. Vaya marrón!!!!
Un saludo
Gracias Víctor, la verdad es que tus dos propuestas son muy ciertas. El autómata y el ocupado...
Hola Gontzal, gracias por la lectura y la aportación, desde luego que de estos "Brown" hay muchos ahora, sobre todo después de desmantelar muchos departamentos de RRHH.
Un saludo,
@xsalas
Me gustaría aportar un síndrome del entrevistador el cual he vivido en dos ocasiones en la hostelería cuando he realizado trabajos de verano como camarero. Ahí va "El síndrome del rencoroso" se da cuando quien te hace la entrevista además es el propietario del establecimiento y te habla de lo mucho que costaba encontrar antes del "Boom" mano de obra para su sector así como los problemas que tenía con la gente contratada y el listón tan bajo que tenía que poner. Luego adoptan una mirada altiva y si al fin puedes trabajar para ellos, dan rienda suelta a su más ortodoxo "Apertheid". Suelen ser difíciles de llevar pero haciendo las cosas bien.. "chitón".
Un saludo enorme comunicador.
Hola Santiago, gracias por la lectura del blog y por tu comentario.
Es interesante el perfil que aportas y creo que junto con los otros 2 que han dejado en los comentarios, publicaremos los 7 síndromes, completando mejor el post.
Gracias y un saludo,
@xsalas
Publicar un comentario