lunes, 1 de junio de 2015

¿Podrías trabajar sin jefes?

El viernes leía un articulo en Expansion.com donde se hablaba de la dificultad de implantar estructuras sin jefes y se apoyaban en la experiencia de Zappos y su fundador Tony Hsieh, en su iniciativa de revolucionar la cultura de la empresa con Holacrazy.

Esta práctica pretende acabar con las viejas estructuras piramidales que distribuyen el poder y el control de arriba abajo, por sistemas más abiertos donde la energía se distribuya de otra forma y no existan intermediarios que minen la autoridad de los empleados, que permita la toma de decisiones con más autogestión por parte de las personas.

Pero en el fondo la pregunta que subyace es “¿Podríamos trabajar sin jefes?”
Hay muchas sombras detrás de esta pregunta, al menos en este momento y en este país. Mucho hablamos de la responsabilidad de los jefes o directivos, de la necesidad de hacer que evolucionan hacía liderazgos más participativos, los llamamos distribuidos.

Sin embargo, en este caso no solo debemos preguntarnos si los directivos serán capaces de ceder parcelas de poder y cambiar la forma de comunicación con sus equipos. Ahora debemos preguntar también si la gente de base, los que conforman el cuerpo de la empresa, están preparados para asimilar una cultura en la que se le pide implicación sin límites, honestidad y participación. Todo aquello que han estado pidiendo desde la barrera de sus jefes.

Hablamos de un cambio cultural, para el que creo que muchos no estamos preparados. Según el articulo citado, el 14% de los empleados de Zappos han dejado la empresa al tener que asumir este sistema de autogestión.

¿Cuántos serian capaces de asumir esta filosofía aquí? ¿Qué porcentaje de abandono tendríamos? Seguro son preguntas que nos responderemos dentro de muy poco, si como es de esperar nuestras empresas inician un camino que les lleve hacia ese punto.

Siguiendo con detalle la descripción de la practica Holacracy, propugnada por Zappos, encontramos diferencias sustanciales con las estructuras tradicionales tejidas en el siglo XX y aún vigentes en la mayoría de las empresas. Formas de hacer y actuar que serán muy difíciles de cambiar, porque sobre todo están metidas en el ADN de muchas personas, tal vez no sepan trabajar de otra forma.

Como ejemplo sirva esta Infografía donde se representan 3 de esas diferencias fundamentales entre las tradicionales y las nuevas estructuras. Espero que sea de interés.

Infografía Organización Tradicional vs Nuevas Estructuras


Sean felices ahí afuera!!

3 comentarios:

El Faro de Niel dijo...

Entiendo que al asumir nuevas y mayores responsabilidades, el salario debiera incrementarse proporcionalmente, en la misma proporción que debería disminuir el de los actuales directivos. Aunque así fuese, se produciría un desequilibrio drástico entre remuneración y responsabilidad. Supongo, que es un cambio de mentalidad, difícilmente abordable en estos momentos.
http://elfarodeniel.com/

Unknown dijo...

Hola Ximo. Muy interesante tu reflexión acerca de las nuevas estructuras empresariales.
Yo opino, tal y como avanzas en el post, que este tipo de estructura no es para todo el mundo. Hay jefes no dispuestos a ceder poder y empleados ejecutores que no desean cargar en sus hombros una mayor responsabilidad.
Creo que el futuro estará determinado por empleados autónomos híper-especializados que se unirán en proyectos temporales.
Saludos!

Unknown dijo...

Hola María Jose, gracia por la lectura y el comentario. Me parece acertada tu visión, también creo que no "todos" o "todas" serán capaces de aceptar estos cambios. Saludos.

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