"Empatía: Identificación
mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro."
Dulce era una
persona meticulosa en todas sus tareas, tanto en el trabajo como en casa, le
gustaba el orden y no entendía que las cosas se dejaran en cualquier lugar, que
no se prestara atención a los detalles o a los comentarios de otras personas. Como
directora de RRHH tenía claro que todos los empleados merecían ser escuchados, después
podría usar eso que los expertos llaman “empatía” y que pocos saben cómo usar. Claro
está, para “salir de la situación”, que es como lo enseñaban en las escuelas de
negocio. No para ayudar, que eso se aprende en las ONG’s.
Ella acostumbraba
a decir: “No has pensado en alguna ocasión que las personas que comparten con
nosotros el metro, el autobús, el trabajo, los estudios… se complican la vida
con temas que para nosotros carecen de la más mínima importancia. Solo en el
ámbito del trabajo, es fácil que casi diariamente nos encontremos con
compañeros que están mostrando frustración, enfado, indignación, o cualquier
otro sentimiento, sobre algo que para nosotros carece de importancia.”
¡¡Sean felices ahí afuera!! |
“Pero ¿Qué
argumentos tenemos para pensar que lo que nos dicen no es importante? ¿Y si
cambiamos nuestro punto de vista? Por un momento situémonos en el lado de la
otra persona e intentemos pensar que razones le llevan a ese razonamiento, que
hace importante lo que para nosotros es nada.”
Así explicaba
Dulce a sus compañeros sus argumentos sobre la empatía, esa afectividad mental
que podemos tener con el otro, que nos permite interpretar sus sentimientos y
modelar nuestro comportamiento para llegar mejor a esa persona. No tenemos
porque sentir lo que él siente o pensar igual que él piensa, solamente es
necesario poder interpretar sus emociones, su estado de ánimo, sus
sentimientos, y podremos ver su punto de vista. Así, cambiaremos el nuestro por
unos instantes, los necesarios para ver que eso que estamos despreciando y que
es poco importante para nosotros, eso mismo nos sucedió a nosotros la semana
pasada.
Cuando Dulce usaba
su cuenta de Twitter intentaba no dejar pasar ningún detalle de su Timeline que
pudiese ser susceptible de ser interpretado de forma incorrecta, nunca dejaba
de agradecer un comentario o una mención de otro “tuitero”, pero además
intentaba demostrar siempre cual era su estado de ánimo y adivinar el de sus
mejores seguidores, para apoyar con un tweet si era necesario. Para eso solo
tenía dos armas, la escritura y los emoticonos, bueno en alguna ocasión también
podía servir una foto. Eso era para ella “Empatía 2.0”.
Nunca se planteo contar esto a sus compañeros,
ya era difícil en el mundo real, imagínate aquí en Internet, donde solo hay
mensajes… y sentimientos, pensaba Dulce.
7 comentarios:
Es sin duda una habilidad que deberiamos desarrollar tanto a nivel personal como laboral.
Hola Victor,
Gracias por la lectura del blog y el comentario. Lo cierto es que no todos consideran esta habilidad como necesaria en la gestión de RRHH, es una lástima.
Saludos
@xsalas
Hola Ximo
Es una entrada muy interesante y que nos puede ayudar a reflexionar.
Es cierto que en el entorno laboral nos cuesta mucho empatizar, entiendo que para protegernos de no tener que dar siempre la razón, para no entrar en conflictos por que no sabemos ser asertivos, sin justificarnos permanentemente para quitarle la razón a la otra persona y querer imponer la nuestra propia, sin esforzarnos en explorar su visión.
Fantástico post, Ximo. Felicidades. Sin dudas, es una habilidad esencial y muy valorable. No obstante, en el mundo 2.0. creo que también hay que buscar un equilibrio, porque es imposible prestar atención a todos cuando se tiene un cierto número de seguidores... Salu2.
Gracias por los comentarios.
Es cierto que en el mundo 2.0 es más difícil y sobre todo más complicado intuir la situación de la otra persona, pero como dices el equilibrio se puede intentar.
Julio, la verdad es que es más fácil quitarle la razón a los demás, y no preocuparse de sus sentimientos, que seguramente te llevarían a una solución mucho mejor que la impuesta, ser asertivos nos ayuda y mucho.
Un saludo
@xsalas
Hola!, Buen post Ximo.
Como han comentado la empatía es una habilidad que debemos desarrollar pero para eso primero debemos saber escuchar al otro para poder hablar y actuar en consecuencia.
Saludos!
Gracias Daniela ;-))
Escuchar, escuchar, escuchar, es algo tan simple que la mayoría de las personas con cierta responsabilidad en la empresa no lo hacen, sienten que si escuchan están dando la razón al escuchado, mejor los callas y así no tendrás malas interpretaciones.
Si escuchas puedes llagar a entender algunas cosas, pero sobre todo aprenderás.
Saludos
@xsalas
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