jueves, 26 de diciembre de 2013

Horneando los Recursos Humanos #RRHH

Mi padre fue panadero. No, no es una broma, es cierto, y aquellos que me conocen personalmente y saben de mi vida lo podrán recordar si leen este post. Y siempre me pregunté porque algunas hogazas de pan llevan un triangulo trazado en su superficie, realizado con una cuchilla, a modo de herida. Y el encanto de la niñez lo convierten en razón los mayores. Estos cortes que se hacen en la superficie del pan antes de hornearlo tienen una doble función. Una decorativa, la otra operativa.

La función decorativa es evidente, el pan tiene un aspecto diferente con esos cortes, rústico en algunos casos, muy nuestro, el de toda la vida, nada que ver con el pan liso, el de molde, sin carácter. Como los departamentos de Recursos Humanos del siglo pasado, que no supieron implicarse en la estrategia de la empresa, quedaron en un segundo plano, sin carácter. Muchos profesionales han quedado sin empleo en los últimos años, consecuencia del desmantelamiento de esos departamentos que no “aportaban valor” a la empresa.

Históricamente, la aparición de los departamentos de Recursos Humanos en las empresas ya los situó en la sombra, en el obrador. Eran los encargados de repartir el pan, función muy importante, pero única. La revolución industrial y sobre todo los cambios producidos después de la segunda guerra mundial, provocaron la aparición de las especializaciones de las áreas de finanzas y producción, desde donde nacen las relaciones industriales y los especialistas en elaboración de nóminas y pago de seguros sociales. Lo dicho, los que repartían el pan.

Imagen de Google

La función operativa de estos cortes en la superficie del pan permiten que este aumente de volumen sin que aparezcan grietas en los laterales y la base, cuanto más profundos son los cortes, más crecerá el pan cuando se hornea. Es una cuestión de profundidad y destreza a la hora de realizarlos, la cuchilla no debe arrastrar la masa, la debe cortar y para ello se deslizará sin pegarse, un buen troco es mojar el filo antes de hundirlo en el pan.

A finales del siglo pasado y principios de este, los departamentos de recursos humanos iniciaron su remontada en la estructura tradicional de influencia en las empresas, pero los cortes que realizaron no fueron muy profundos, más bien superficiales, esto no permitió que sus métodos, prácticas, nuevas ideas de gestión de personas, etc. tuvieran el calado que permitiera ver la importancia de las mismas. El pan aumentó de volumen, pero no se identifico tanto con la gestión de los recursos de las personas, sino como una combinación de todo, predominando en algunos casos las prácticas encabezadas por farragosos sistemas de calidad, no cumplidos por ninguna organización. Incluso estos “maravillosos” sistemas de calidad ignoraban lo esencial, a los que los debían de manejar y hacer cumplir.

Hornear los recursos humanos en la nueva sociedad nos debe conducir a lo evidente, son parte de lo esencial, son estratégicos. Atraer, retener y fidelizar a los empleados debe ser una tarea tomada con el máximo de interés. Convertir a tus empleados en embajadores de su propia empresa. Conversar con ellos. Se acabo el tiempo de café para todos, el tiempo de las tablas de salarios, el tiempo de los estudios de clima laboral desde una encuesta anónima.

Ahora, entrados en la segunda década de este siglo XXI, se les ha proporcionado a las organizaciones un nuevo “bisturí”, una cuchilla mucho más afilada y perfecta que bien usada puede permitir realizar cortes perfectos y mucho más profundos en la superficie del pan. Cortes que permitirán que aumente más que nunca su volumen, haciendo más atractiva la función del que lo maneje.

La empresa del siglo XXI, la empresa 2.0 o la NO-empresa, como algunos la llamamos, dispone de esas herramientas sociales que pueden permitir hacer en su superficie los cortes adecuados para que al hornear los resultados sean mejores de lo esperado, más competitivos, más atractivos

"Los profesionales de recursos humanos deben salir de sus despachos, ponerse un buen mandil y amasar el nuevo pan, el que la sociedad está demandando, coronando su parte superior con unos bonitos y profundos cortes, que le den carácter y volumen, cuerpo."

¿Te atreves a amasar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...