“La profesionalidad no depende solo de ser contratado, también de mostrar tus cualidades”
Hace algunos años, no diré
cuantos porque cada uno lo puede medir de una forma diferente, cuando alguien
encontraba un trabajo se daba por supuesto que esa sería su empresa para toda
la vida.
No importaba demasiado la
carrera profesional, solo importaba la estabilidad, bueno algunos tenían suerte
y podían crecer dentro de “su” empresa. Hablamos del valor fidelidad, siempre
desde el punto de vista del empleado, pues el empleador en ocasiones usaba este
concepto más como provecho propio: “Te empleo para toda la vida, no pidas más”.
Hoy en día este concepto
esta pasado de moda. Pero la paradoja está en que si al principio de la
“crisis” fue el empleador quien pretendió eliminarlo –ayudado e impulsado por
la reforma laboral de 2012, RD-ley 3/2012-, intentando no
tener ataduras económicas y permitiéndose así una mayor libertad de
contratación –¿despido?-.
Las tortilla ha dado la
vuelta en los últimos tiempos, y esta siendo el candidato quien ha decidido no
confiar en una sola opción, no entregar su futuro solo por una supuesta estabilidad
laboral –que ya no existente-.
Ahora son los empleados los
que eligen, ellos deciden con quien van y cuanto tiempo. El empleador se tiene
que dedicar a “retener el talento”,
siempre claro que sea capaz de reclutarlo.
Ya no solo vale con ofrecer
trabajo para toda la vida, también es necesario ofrecer algo atractivo
profesionalmente, salario, ambiente de trabajo, conciliación, compromiso, etc…
lo que damos en llamar “Propuesta de Valor al Empleado”.
Hay quien piensa que las
políticas de recursos humanos aplicadas hasta el momento fueron erróneas, que
nadie ha sido capaz de ver el cambio hasta que este ya se ha producido, y que
retener ahora es mucho más difícil.
Yo pienso que no, creo que
todas las empresas pueden ser capaces de retener y fidelizar a sus empleados,
que deben hacerlo trabajando con cada uno de esos talentos de forma personal,
atendiendo a sus necesidades, incluso para las empresas pequeñas, porque en
ellas también es posible tener talento.
A partir de ahora, en las
relaciones profesionales, se debe considerar como variable el tiempo que estas
pueden durar y el rendimiento que deben obtener ambas partes. Está claro que
resulta más fácil –económico- prescindir de un empleado, de la misma forma que
es más sencillo contactar con diferentes opciones de "empleabilidad" y hacerte
visible como profesional en un mercado laboral abierto y conectado.
No olvidemos nunca una idea,
ahora –ya se puede afirmar- el importante es el empleado y no el empleador ¿Tal
vez sea esto explique muchas cosas?
5 comentarios:
Es cierto que las cosas están cambiando y que es bueno no conformarse estar en una empresa toda una vida y menos si no te puedes desarrollar personal y profesionalmente y sacar el talento que todos llevamos dentro, también pienso que las empresas aún no están muy concienciadas con estos cambios y creo que en más de una ocasión desaprovechan el potencial del los empleados por no saber como hacerlo,no todas las empresas tienen los Jefes adecuados ni los departamentos adaptados para poder trabajar mejor en equipo e ir todas a una sin que exista competitividad entre compañeros o altos mandos.
Hola Fernando, gracias por la lectura y el comentario.
No es fácil crear un ambiente propicio para que las personas puedan desarrollar su talento, lo que si es cierto y en eso coincido contigo es que hay personas que son incapaces de hacer que ese talento fluya bajo su responsabilidad.
Saludos,
@xsalas
Antes de nada, muchas gracias por el blog.
Me parece que es una visión un poco sesgada hacia determinados tipos de empleos, esos que llaman del conocimiento, o empleos muy cualificados. Para la mayoría de currantes, cuyo trabajo puede hacer bien mucha gente, esto que describes no es real. Y de echo, ni siquiera para los trabajadores del conocimiento con los niveles de paro que tenemos. En mi opinión aún hay superávit de talento en España y esta situación que describes tardará en llegar.
Gracias.
Hola Jaume, gracias por el comentario y la lectura.
Está claro que no diferencio entre puestos de "cuello azul" -currantes- y de cuello blanco -del conocimiento-, el motivo es que no creo que el mercado actual esté evolucionando hacía esa distinción, considera que la mayoría de los trabajos de los "curritos" van ha ser sustituidos por máquinas, también gran parte de los otros.
El nivel de paro no influye en el comportamiento de las personas en el mercado laboral, sobre todo cuando son jóvenes que buscan su primer empleo.
Saludos.
Gracias la respuesta.
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